martes, 3 de febrero de 2009

LOS “CAZADORES DE OVNIS” DE CALAMUCHITA

La semana pasada en la localidad argentina de Santa Rosa de Calamuchita varios amantes del fenómeno ovni se reunieron "armados" con sus cámaras de fotos , sus prismáticos y alguna que otra brújula clavandola en el cielo nocturno. Son el grupo de "cazadores" de ovnis que comparten sus comentarios y sus refrescos. Señalan y disfrutan. Están al pie de las sierras, en Santa Rosa de Calamuchita, en una zona alta que los acerca más al objetivo común: el inconmensurable espacio.
"Ese es un avión, que siempre pasa a esta hora", dispara en tono aclaratorio uno de los presentes. "Por el recorrido, es un satélite", apunta otro. Todos opinan, con el aval que otorgan horas y horas mirando las estrellas, pero buscando algo más, en el marco de una "vigilia nocturna" muy concurrida. La vocación de un grupo de personas del Valle de Calamuchita por ver "algo más" en el cielo , motivó la visita de Luis Burgos, creador de la Fundación Argentina de Ovnilogía (FAO) y uno de los principales referentes en Argentina a la hora de analizar el fenómeno. El pasado sábado 24 de Enero brindó una charla en Santa Rosa sobre el tema. A la reunión asistieron decenas de aficionados de la región y del país. Juntos, hicieron además controles desde los cerros calamuchitanos. "Yo fui el primer argentino que descreyó de la llegada del hombre a la Luna en 1969", expresa Burgos, como si ese dato fuese su carta de presentación.
La FAO posee un sitio web que el año pasado recibió el informe de más de 400 supuestos avistamientos de objetos no identificados, una cifra que ,dice su presidente, “marca un boom”. En algunos casos son relatos y en otros, registros fotográficos o fílmicos que pasan por el tamiz de Jorge Figueiras, quien tras el análisis computarizado define la categoría del objeto. "De pronto aparecen imágenes, que no sabemos si son extraterrestres o terrestres, no lo podemos definir pero sí que son desconocidas y eso nos impulsa a recorrer el lugar, para tratar de entender lo que sucede", explicó Figueiras en los medios de comunicación locales. Martha Núñez encabeza en Santa Rosa la movida, con numerosos aportes a la página de FAO. Los aficionados cuentan que, en la mayoría de los casos, se trata de "ovnis fantasmas", que no son advertidos en el momento de tomar la fotografía sino luego, cuando la imagen es descargada al ordenador, como pudimos seguir en año pasado en el “Extraordinario Diario del Doctor Morpheus”.
"Me enganché por las conversaciones, me invitaron a ver unas fotos y fui a una reunión a Capilla del Monte, y empecé a sacar fotos. Por ahí de 100 sale una", señaló Marina, quien se sumó al grupo calamuchitano de "caza ovnis" recientemente. "Los movimientos son distintos a los aviones o satélites. Hacen una curva, los ves y desaparecen de golpe; en cambio los satélites o aviones siguen una misma línea", añadió ya convencida.
El platense Burgos comentó que la fundación no cuenta con ningún apoyo oficial y aclaró que en la FAO no son "científicos", pero sí investigadores del fenómeno. "Cuando empecé, la hipótesis vedette eran los extraterrestres, pero desde hace 30 años no van a escuchar de mí esa palabra. Nosotros investigamos el fenómeno y si dentro vienen extraterrestres, bienvenidos sean. Pero hay tres preguntas que no puedo contestar: de dónde vienen, cómo hacen para venir y para qué vienen", contó, en tono docente. "Se han hecho mil teorías e hipótesis y no se pudo explicar. Ni nosotros ni los científicos tenemos las respuestas ", apuntó. Burgos dijo que los actuales programas de computación permiten clasificar el tipo de objeto fotografiado. "Se puede determinar perfectamente si se trata de un ave, un insecto, una mancha, un reflejo o un objeto no identificado; y no hay vuelta de hoja. Eso hace 30 años no lo teníamos y todos los puntitos raros en fotos eran ovnis. En la actualidad, la mayoría sería descartada. Por ejemplo, un satélite durante el día es difícil que aparezca en fotos, porque no tiene luz propia. Y aparece de noche, cuando refleja la luz del sol", explicó. "Somos palabra prohibida en el Observatorio de La Plata", reconoció Burgos. "Ellos no investigan pero te desmienten, al igual que el Conicet, Meteorología, Fuerza Aérea. Me cansé de golpear puertas y no logramos apoyo", agregó Burgos. El hombre dijo que la gente cada vez mantiene menos prejuicios respecto al tema, aunque subsista un alto índice de incredulidad. Mientras, en Santa Rosa, vecinos y turistas que se enteran del encuentro dudan si mirarlo desde la broma, la incredulidad, la curiosidad o el interés por "eso sin explicación".

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