Un avión como el Air France 447 con sus 228 personas a bordo no puede desaparecer asi por las buenas en medio del Atlántico. Por mucho que nos pese , sobretodo a los familiares de los desaparecidos , este caso tiene toda la pinta de un expediente X.
La BEA ha creado un equipo de investigación para determinar las circunstancias del siniestro. Sin embargo, llueven los datos "parciales y no confirmados", que alimentan la especulación y la creencia sobre la posibilidad del fenómeno ovni en este accidente. Las palabras de Pierre-Henry Gourgeon, director general de Air France, por ejemplo, acerca de que el Airbus A330-200 precisó que el aparato había emitido varios "mensajes automáticos de mantenimiento" en los que alertaba de averías en numerosos componentes. Al igual que las de su jefe de comunicaciones, François Brousse que ne un momento determinado declaró "lo más probable es que fuese fulminado por un rayo".
Desde luego por las pruebas que han podido conseguir hasta ahora , algo inesperado debió de ocurrir. Una avería eléctrica generalizada, grandes turbulencias que provocaron la pérdida de altura, problemas en el sistema de presión en la cabina de pasajeros son las hipótesis que barajan los expertos aeronáuticos.
Jocelyn Smykowski, presidente del Sindicato Nacional de Pilotos de Francia, defiende la teoría de que la caída del aéreo no se debió a una sola causa, sino a un conjunto de factores que llevaron al desastre. "Un avión no se cae por un problema, están preparados para poder volar en situaciones de extrema emergencia".
Para saber con certeza qué sucedió en aquel vuelo se buscan las cajas negras bajo las aguas, las únicas que podrían despejar el misterio y evitar nuevas catástrofes. La Fuerza Aérea brasileña ha movilizado ocho aeronaves, que se suman a los tres navíos de la Marina que rastrean el área que corresponde al control aéreo brasileño, mientras que la zona bajo control aéreo de Dakar está siendo rastreada por aviones franceses.
Hasta ahora, la única pista sobre el posible lugar del accidente la aportó un piloto brasileño de la aerolínea TAM, que aseguró haber visto "extraños puntos naranjas" en el mar, en aguas senegalesas, poco después del accidente. Las autoridades brasileñas comunicaron el suceso a sus colegas del control aéreo senegalés.
Un piloto de la aerolínea española Air Comet que volaba de Lima a Madrid cuando desapareció el avión de Air France sobre el océano Atlántico vio un "intenso destello de luz blanca" en la zona donde cayó el aparato, según afirmó el director general de Air Comet. Era el comandante del vuelo 974 de Air Comet y en su informe, enviado a la Dirección General de Aviación Civil y a Air France, escribió:
"De repente, observamos en la lejanía un fuerte e intenso destello de luz blanca que tomó una trayectoria descendente y vertical que desapareció en seis segundos. Por coincidencia de la hora y lugar, pongo en su conocimiento estos hechos por si fuesen de utilidad en el esclarecimiento de lo sucedido".
¿Pudo ser una bomba? El atentado, en cualquier caso, prácticamente ha sido descartado por las autoridades francesas, aunque admiten que el Airbus "se desintegró en el aire", según Le Monde. La caja negra, que conserva los registros por un mes, dirá lo que haya que decir cuando sea rescatada si es que existe. El Atlántico, bajo la llamada Zona de Convergencia Intertropical, famosa por sus turbulencias y tormentas, en la línea del Ecuador, llega a alcanzar 4.500 metros de profundidad.
Y, sobre todo, después de que los medios franceses parezcan inclinarse, tras acudir a fuentes anónimas la mayoría de ellos, por la teoría de la desintegración del avión en pleno vuelo. En gran parte, ante la evidencia de la dispersión de los presuntos restos, aunque éstos aún no se han analizado, encontrados a kilómetros uno de otros.
"Ninguna emisión de las tres balizas que equipan los A330 de Air France fue captada por los satélites ni reenviada hacia uno de los 24 centros de control en el mundo que constituyen el sistema de alerta aérea y marítima", según Philippe Hazane, subdirector adjunto del Centro Nacional de Estudios Espaciales francés (CNES), por lo que consideró que la "catástrofe fue muy rápida". Chris Yates, analista de la revista Jane´s Aviation, es contundente: "Tiene que haber otra razón más allá de lo convencional".
La cuestión es que sumando estos argumentos a otros que han ido apareciendo como el de los destellos de luz, los puntos naranjas, la desaparición en seis segundos, y la ausencia de restos sobre el mar , ahora se confirma que los restos encontrados no pertenecen al Airbus y que se detectaron en los radares una concentración de 24 señales de anomalías en cuatro minutos antes de perderse su señal.
Desde Francia aún no se ha difundido la lista completa de pasajeros. A la vez aumentan las elucubraciones sobre qué se esconde detrás del siniestro. Y comienzan a circular historias sobre otros aviones desaparecidos en pleno vuelo; el primero de ellos en 1945, un avión cuyo accidente EE UU mantuvo en secreto. Aunque son datos sin confirmar.
En un radio de 200 kilómetros de la zona, a unos 700 kilómetros del archipiélago Fernando de Noronha, donde se cree que se estrelló el aparato, cinco nuevos aviones militares han sido desplazados hacia la zona de las búsquedas. Tres son brasileños (C-130 Hércules), uno estadounidense (P-3 Orion) y uno francés (Falcon 50). En el área se encuentran ya dos naves de la Marina. En total están movilizados 11 aviones.
La BEA ha creado un equipo de investigación para determinar las circunstancias del siniestro. Sin embargo, llueven los datos "parciales y no confirmados", que alimentan la especulación y la creencia sobre la posibilidad del fenómeno ovni en este accidente. Las palabras de Pierre-Henry Gourgeon, director general de Air France, por ejemplo, acerca de que el Airbus A330-200 precisó que el aparato había emitido varios "mensajes automáticos de mantenimiento" en los que alertaba de averías en numerosos componentes. Al igual que las de su jefe de comunicaciones, François Brousse que ne un momento determinado declaró "lo más probable es que fuese fulminado por un rayo".
Desde luego por las pruebas que han podido conseguir hasta ahora , algo inesperado debió de ocurrir. Una avería eléctrica generalizada, grandes turbulencias que provocaron la pérdida de altura, problemas en el sistema de presión en la cabina de pasajeros son las hipótesis que barajan los expertos aeronáuticos.
Jocelyn Smykowski, presidente del Sindicato Nacional de Pilotos de Francia, defiende la teoría de que la caída del aéreo no se debió a una sola causa, sino a un conjunto de factores que llevaron al desastre. "Un avión no se cae por un problema, están preparados para poder volar en situaciones de extrema emergencia".
Para saber con certeza qué sucedió en aquel vuelo se buscan las cajas negras bajo las aguas, las únicas que podrían despejar el misterio y evitar nuevas catástrofes. La Fuerza Aérea brasileña ha movilizado ocho aeronaves, que se suman a los tres navíos de la Marina que rastrean el área que corresponde al control aéreo brasileño, mientras que la zona bajo control aéreo de Dakar está siendo rastreada por aviones franceses.
Hasta ahora, la única pista sobre el posible lugar del accidente la aportó un piloto brasileño de la aerolínea TAM, que aseguró haber visto "extraños puntos naranjas" en el mar, en aguas senegalesas, poco después del accidente. Las autoridades brasileñas comunicaron el suceso a sus colegas del control aéreo senegalés.
Un piloto de la aerolínea española Air Comet que volaba de Lima a Madrid cuando desapareció el avión de Air France sobre el océano Atlántico vio un "intenso destello de luz blanca" en la zona donde cayó el aparato, según afirmó el director general de Air Comet. Era el comandante del vuelo 974 de Air Comet y en su informe, enviado a la Dirección General de Aviación Civil y a Air France, escribió:
"De repente, observamos en la lejanía un fuerte e intenso destello de luz blanca que tomó una trayectoria descendente y vertical que desapareció en seis segundos. Por coincidencia de la hora y lugar, pongo en su conocimiento estos hechos por si fuesen de utilidad en el esclarecimiento de lo sucedido".
¿Pudo ser una bomba? El atentado, en cualquier caso, prácticamente ha sido descartado por las autoridades francesas, aunque admiten que el Airbus "se desintegró en el aire", según Le Monde. La caja negra, que conserva los registros por un mes, dirá lo que haya que decir cuando sea rescatada si es que existe. El Atlántico, bajo la llamada Zona de Convergencia Intertropical, famosa por sus turbulencias y tormentas, en la línea del Ecuador, llega a alcanzar 4.500 metros de profundidad.
Y, sobre todo, después de que los medios franceses parezcan inclinarse, tras acudir a fuentes anónimas la mayoría de ellos, por la teoría de la desintegración del avión en pleno vuelo. En gran parte, ante la evidencia de la dispersión de los presuntos restos, aunque éstos aún no se han analizado, encontrados a kilómetros uno de otros.
"Ninguna emisión de las tres balizas que equipan los A330 de Air France fue captada por los satélites ni reenviada hacia uno de los 24 centros de control en el mundo que constituyen el sistema de alerta aérea y marítima", según Philippe Hazane, subdirector adjunto del Centro Nacional de Estudios Espaciales francés (CNES), por lo que consideró que la "catástrofe fue muy rápida". Chris Yates, analista de la revista Jane´s Aviation, es contundente: "Tiene que haber otra razón más allá de lo convencional".
La cuestión es que sumando estos argumentos a otros que han ido apareciendo como el de los destellos de luz, los puntos naranjas, la desaparición en seis segundos, y la ausencia de restos sobre el mar , ahora se confirma que los restos encontrados no pertenecen al Airbus y que se detectaron en los radares una concentración de 24 señales de anomalías en cuatro minutos antes de perderse su señal.
Desde Francia aún no se ha difundido la lista completa de pasajeros. A la vez aumentan las elucubraciones sobre qué se esconde detrás del siniestro. Y comienzan a circular historias sobre otros aviones desaparecidos en pleno vuelo; el primero de ellos en 1945, un avión cuyo accidente EE UU mantuvo en secreto. Aunque son datos sin confirmar.
En un radio de 200 kilómetros de la zona, a unos 700 kilómetros del archipiélago Fernando de Noronha, donde se cree que se estrelló el aparato, cinco nuevos aviones militares han sido desplazados hacia la zona de las búsquedas. Tres son brasileños (C-130 Hércules), uno estadounidense (P-3 Orion) y uno francés (Falcon 50). En el área se encuentran ya dos naves de la Marina. En total están movilizados 11 aviones.
Según una nota oficial de la Marina brasileña, un helicóptero Black Hawk H-60, con base en Fernando de Noronha, está participando por primera vez en las misiones de búsqueda a 110 kilometros al noreste del archipiélago. El despliegue militar plantea en la red otra hipótesis: ¿Es la desaparición del Airbus un asunto militar?
Aparentemente, no. En Brasil no están de acuerdo con las teorías francesas de desintegración del avión durante su caída en picado. El Ministerio de Defensa brasileño argumenta que las enormes manchas de queroseno aparecidas en la zona de rastreo señala que el avión, sin control, se estampó contra el océano. De ahí, el queroseno, si no, se hubiera quemado.
Durante estos días de investigación el escritor Paulo Coelho, brasileño de nacimiento y francés de adopción, pide a sus lectores, a través de su web oficial, que le envíen historias de ovnis. Él mismo dice haber tenido algunas experiencias en el desierto de Mojave. Y este caso del Airbus , que lo sigue de muy de cerca, le huele a uno de los mayores casos ufológicos de la historia actual.
Sea como sea, el increíble caso va camino de ser la peor catástrofe en la historia de Air France. En el Airbus A330-200 que cubría el trayecto Río de Janeiro-París iban a bordo 80 brasileños, 73 franceses, 18 alemanes, 9 italianos, 6 norteamericanos, 5 chinos, 2 españoles y otras 34 personas de diferentes nacionalidades. Es, por tanto, una noticia de alcance mundial. "Ningún elemento preciso permite hasta ahora saber lo que sucedió", insiste el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Oficialmente, el avión de Air France volaba a una velocidad de 840 kilómetros por hora y a una altitud de 35.000 pies, algo menos de 11.000 metros. En el momento de su desaparición, el Airbus salió de la zona de cobertura de los radares brasileños y se aprestaba a entrar en el espacio aéreo controlado por Senegal, pero nunca llegó a establecer contacto con Dakar. ¿Qué ocurrió? Os mantendremos informados si hay novedades. No obstante no quiero cerrar la noticia sin dejar escrita una reflexión sobre este caso y es que , tras estudiar el alucinante caso de los 50 ovnis sobre Londres uno no puede evitar relacionarlo con el caso del Air Frace 447 y más cuando se ha hablado sobre la presencia de luces naranjas y 24 objetos localizados en las proximidades de la ruta aérea del Air France… ¿tendrán relación estos dos casos?
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